La importancia de la fidelidad del cliente para el pequeño comercio
Un cliente es fiel a un establecimiento por diversas razones que
veremos a continuación. Lo fundamental para el pequeño negocio es
mantener ese comportamiento y ser consciente de que hoy día la
fidelización es el arma más poderosa para atraer y retener a los
clientes.
Son tantas las oportunidades que tiene una persona para hacerse con
un producto, que el hecho de que escojan tu comercio debería ser no sólo
motivo de alegría sino de orgullo. Trabajar en mejorar aún más si cabe esa relación, debe ser el objetivo primordial para el comercio local.
Todos somos clientes
Todos somos clientes, y si estamos al frente de un comercio que
acabamos de abrir o donde llevamos varias décadas, sabemos cómo nos
gusta que nos traten. Dentro
de varias acciones que se han de potenciar si somos el pez pequeño en
este mar de grandes superficies y de compras online, está la fidelización.
Una de las quejas de los pequeños comercios es la de creer que
Internet es tan poderoso que no merece la pena luchar, que nada hay que
hacer. Pero, existen muchos productos que jamás compraremos online. Por ejemplo, una óptica. Allí tienen nuestro historial, las revisiones que nos hemos hecho. ¿Eso lo puede hacer una tienda online?
Podemos comprar unas gafas, ¿pero conoce Amazon las ventajas y desventajas de ese producto?
Cuando digo Amazon, puede ser cualquier gigante que trae tu pedido en
un día o en un par a lo sumo. Hay productos en los que entra en juego
nuestra salud y no todo lo podemos poner en manos de la comodidad. La
comodidad que ofrece un ordenador o un móvil para realizar una compra.
Acudir a la óptica donde han ido tus padres, tú de pequeño y seguir yendo ahora es garantía de muchas cosas:
- Trato cercano y profesional.
- Calidad.
- Poder dialogar con un experto.
- Preguntar dudas que no serán resueltas por otro usuario.
Fidelizar es cuestión de varias piezas que completan un puzzle para que el cliente regrese
En marketing el concepto de fidelización de clientes se refiere al
fenómeno por el que un público determinado permanece fiel a la compra de
un producto o marca, de una forma continúa o periódica.
Y por poner un ejemplo, vuelvo a la óptica. Los dueños te conocen, ya
no sólo tu problema de astigmatismo o tu leve miopía. Saben quiénes son
tus familiares y están al tanto, aunque pasen meses o un año, de cómo
te va en lo laboral y en lo personal.
Al
fin y al cabo, los productos son iguales, y la ventaja que tiene
utilizar bien una estrategia de fidelización es comprender que
individualizar al máximo el trato con el cliente es el fin.
De hecho, te sientes como en casa cuando entras por la puerta. Sabes
que va a haber un trato cálido y que saldrás de allí con un precio
razonable por tu montura y con unos cristales que sabes, no dañarán tu
vista. La amabilidad, la familiaridad y el cariño nos hacen acudir y regresar a ese establecimiento y no a otro.
Que un cliente regrese es cuestión de tiempo y de trabajo
De buen trabajo. De dedicar tiempo y esfuerzo para que se sienta bien
atendido y sobre todo, no tenga ningún motivo para la queja. Que no
acabe despotricando por Twitter sobre cualquier pequeñez.
Otro ejemplo, hay muchos artículos escritos sobre este tema ¿qué
diferencia el que estás leyendo ahora del resto? Que los ejemplos son
reales, que buscamos informar pero, a la vez, demostrar que como tú,
también vivimos en un mundo real donde, los problemas cotidianos también
son iguales que los tuyos.
Los pequeños negocios, los que no se han dormido instalados en la
queja lo saben. Y se ponen en tu lugar y dan el 100% cuando te atienden.
Por vocación, porque nadie les enseñó cómo llevar a cabo una estrategia de marketing.
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