Cuidar de la reputación online del negocio te ayudará a no ahuyentar nuevos clientes
El teléfono móvil se ha convertido en una aliado del consumidor. A la hora de encontrar alguna referencia sobre un bien o servicio que necesita, parece que la solución está en la palma de su mano. Basta una pequeña búsqueda para que nuestro smpartphone nos recomiende desde una asesoría para que nos hagan la declaración de la RENTA o un bar para tomar un café. La reputación online se convierte hoy en día en clave para la captación de nuevos clientes.
O para perderlos. No sería la primera vez que la acumulación de críticas negativas acaban por hacer desistir a un consumidor. Porque hoy en día no solo se trata de que tener clientes satisfechos, sino que estos se convierten en prescriptores de nuestro negocio, para lo bueno y para lo malo. Por eso es necesario potenciar tanto las recomendaciones de aquellos que han quedado contentos, como intentar mitigar la repercusión de los que no lo están.
Si no hacemos nada estamos trabajando en sentido contrario. Porque alguien que ha salido contento con nuestro trabajo lo habitual es que vuelva, se lo cuente a su círculo más íntimo cuando surja la ocasión y listo. O es un usuario muy activo en internet y redes, que va dejando siempre su opinión, o será complicado que de forma proactiva introduzca su valoración.
Caso contrario ocurre con aquellos que por cualquier motivo no están conformes. Quieren que todo el mundo se entere. Incluso aunque no hayan llegado a trasladar la queja a la propia empresa. Lo que antes se traducía en no vuelvo a este comercio, a este local, hoy en día supone un comentario negativo en Internet que ahuyenta a nuevos clientes.
Por eso es necesario detectar dichos comentarios, tratar de dar una explicación por parte de la empresa y evitar que ese comentario solo tenga la versión del cliente sobre lo ocurrido. Hay incluso algunos que han hecho de esta respuesta su forma de promocionarse en Internet.
Está claro no se va a dar la misma credibilidad a opiniones de desconocidos que a aquellos en los que confiamos. Pero cuando son múltiples opiniones en un mismo sentido es que algo estamos haciendo mal. Porque a veces esta misma reputación online que no estamos cuidando nos ayuda a mejorar aspectos de nuestro negocio que pensamos que están bien.
O para perderlos. No sería la primera vez que la acumulación de críticas negativas acaban por hacer desistir a un consumidor. Porque hoy en día no solo se trata de que tener clientes satisfechos, sino que estos se convierten en prescriptores de nuestro negocio, para lo bueno y para lo malo. Por eso es necesario potenciar tanto las recomendaciones de aquellos que han quedado contentos, como intentar mitigar la repercusión de los que no lo están.
Si no hacemos nada estamos trabajando en sentido contrario. Porque alguien que ha salido contento con nuestro trabajo lo habitual es que vuelva, se lo cuente a su círculo más íntimo cuando surja la ocasión y listo. O es un usuario muy activo en internet y redes, que va dejando siempre su opinión, o será complicado que de forma proactiva introduzca su valoración.
Caso contrario ocurre con aquellos que por cualquier motivo no están conformes. Quieren que todo el mundo se entere. Incluso aunque no hayan llegado a trasladar la queja a la propia empresa. Lo que antes se traducía en no vuelvo a este comercio, a este local, hoy en día supone un comentario negativo en Internet que ahuyenta a nuevos clientes.
Por eso es necesario detectar dichos comentarios, tratar de dar una explicación por parte de la empresa y evitar que ese comentario solo tenga la versión del cliente sobre lo ocurrido. Hay incluso algunos que han hecho de esta respuesta su forma de promocionarse en Internet.
Está claro no se va a dar la misma credibilidad a opiniones de desconocidos que a aquellos en los que confiamos. Pero cuando son múltiples opiniones en un mismo sentido es que algo estamos haciendo mal. Porque a veces esta misma reputación online que no estamos cuidando nos ayuda a mejorar aspectos de nuestro negocio que pensamos que están bien.
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