Breaking News

Las redes sociales, un enorme escaparate para presentar las creaciones



La fiebre de los negocios que venden productos hechos a manos, originales, personalizados y distintos, ha saltado a un mercado saturado por el consumismo, la fabricación en serie y la globalización. Los movimientos makers , crafters y las aplicaciones «Hazlo tú mismo»
(«Do it yourself») han impulsado estas microempresas, detrás de las cuales están profesionales creativos y personas muy habilidosas que han ampliado y están dando un vuelco a la actividad de la artesanía.

Los negocios de productos hechos a mano ha sido tal que ya existen plataformas online exclusivas donde exponer y vender solo estos artículos. Ahí está el gigante norteamericano Esty. Y la misma Amazon ya tiende desde septiembre de 2016 la tienda Amazon Handmade, donde artesanos de más de 50 países hacen gala de sus creaciones al mundo. «Hay más 5.000 artesanos de España y Europa que acceden a millones de clientes potenciales. Así muchos de ellos han visto cómo se incrementan sus ventas, e incluso exportan», cuenta Julio Gil, PT Consumer Manager en España de Amazon Handmade. Las grandes plataformas digitales también ayudan en la logística: «Amazon almacena, recoge, empaqueta y envía los artículos a los clientes en nombre de los vendedores. Así estos tienen más tiempo para trabajar en sus talleres», asegura Gil.

Otras veces venden a través de web propias o combinan ambas plataformas. El uso de internet, y en especial de las redes sociales, es clave en estos negocios. Instagran, Pinterest y Facebook son los grandes escaparates donde presentar creaciones. Sin embargo, no es precisamente su fortaleza. «A mucha gente que empieza le apasiona lo que hace y tiene mucho talento, son muy creativos, pero les falla la parte técnica», afirma Eva Pijuán, experta en marketing digital y fundadora de Handmade Fanatic, desde donde ayuda a crear negocios online de productos hechos a mano y «enseña técnicas para tener un flujo constante de ventas. Tengo más de 4.000 personas que me han pedido información para dar el salto a internet»,confiesa.
El perfil

El 95% son mujeres entre 35 y 55 años. Muchas empiezan por pasión, otras por terapia... Suelen ser madres de familia que les gustaría tener un segundo proyecto, aparte del trabajo principal, e ir generando ingresos. Luego, se hacen autónomas y se dedican full time al proyecto. Son negocios que van creciendo con el tiempo. Hay gente que incluso tiene que contratar personal», cuenta Pijuán.

Pero esto no es coser y cantar. Ni cualquiera ni cualquier artículo triunfa. Para lograrlo, Pijuán ofrece algunas recomendaciones:«No hacer productos personalizados sino reproducibles: es mejor crear colecciones y que el consumidor elija un producto. Diseñar una plan de marketing: realizar campañas varias veces al año, con ayuda de las redes sociales, de newsletter, email... se puede empujar a tus clientes a tu tienda... Ofrecer buenas fotos, darle un nombre al negocio y centrarse en un sector concreto, con diferentes diseños de un mismo producto. A veces la tienda es un pupurri de productos mezclados que no inspiran profesionalidad.