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Bizcocho casero de yogur

    Bizcocho casero de yogur

Bizcocho casero de yogur
   Superfácil
    45 minutos
    Para 8 personas
    Ingredientes

    Vamos a utilizar la medida del envase de un yogur (normalmente trae 125 g.)
    1 medida de yogur de aceite suave de oliva
    1 medida de yogur (en este caso natural azucarado)
    2 medidas de yogur de azúcar blanquilla
    3 medidas de yogur de harina de trigo (o de maíz, Maicena)
    3 huevos tamaño mediano
    1 sobrecito de levadura química en polvo o polvo de hornear (16 g.)
    1 pizca de sal
    un poquito de mantequilla y una pizca de harina, para la base del bizcocho

Uno de los bizcochos más fáciles de preparar y con un resultado de rechupete. Este postre admite multitud de variaciones, lo puedes utilizar como base de distintas tartas o añadirle trocitos de frutas o frutos secos. Y por supuesto, tomarlo tal cual, como os lo presento aquí, bizcocho casero de yogur, un éxito garantizado.
La receta es muy sencilla y fácil de recordar, ya que sólo tienes que acordarte del 1, 2, 3 con las medidas en el orden adecuado: 1 yogur, 1 medida de aceite de oliva suave, 2 medidas de azúcar blanquilla, 3 medidas de harina y 3 huevos. Faltaría un sobre de levadura y una pizca de sal, también le podéis añadir un poquito de esencia de vainilla o ralladura de un limón, para aromatizar y hay mucha gente que pone el yogur del sabor que más le gusta, en este caso natural azucarado.

Este es el más fácil de todos, una mínima complicación para un bizcocho jugoso y muy esponjoso. Incluso lo podéis hacer más esponjoso todavía si montáis las claras, aunque en la receta veréis que sólo es batir y listo, el resultado un bizcocho de toda vida perfecto para desayunar o merendar. Recomendable 100%, ¿a qué esperáis? A la cocina a prepararlo.






Preparación del bizcocho de yogur

    La base de esta receta es tomar como medida el vasito de yogur, lo que facilita mucho el tema de los ingredientes. Añadimos el yogur a un bol grande y lavamos el potito o envase donde viene el yogur.
    Precalentamos el horno a 200º C y untamos el molde que vamos a utilizar con mantequilla, en la base y los lados. Espolvoreamos con un pellizco de harina y quitamos el exceso de harina. Reservamos.
    Batimos los huevos con unas varillas, cuando empiecen a blanquear, añadimos una pizca de sal. Medimos el azúcar (recordad, son 2 vasitos) y volvemos a batir, ya tenemos la base lista.
    Añadimos en el bol una medida de aceite de oliva suave, la levadura química y medimos de nuevo la harina con el vasito (recordad que son 3 medidas), metemos todo en el bol y batimos con unas varillas (podéis utilizar manuales o eléctricas, las que más os gusten). Debe de quedar una masa homogénea y fina.
    Vertemos la mezcla en el molde, os recomiendo que sea desmontable. Esta parte la hacemos siempre con cuidado y ayudándonos de la espátula para rebañar bien el bol. Con el tipo de molde y el paso previo de mantequilla y harina en la base se desmoldará fácilmente.
    Horneamos de 30 a 35 minutos dependiendo del horno que tengáis. Tenéis que poner el futuro bizcocho en la bandeja del medio con calor arriba y abajo, sin aire, a 180º C. Si vemos que se tuesta mucho al final de la cocción, cuando queden 10 minutos tapamos con un poco de papel de aluminio. Importante, abrir el horno lo menos posible y al final de la tiempo de horneado pinchad con la punta de un cuchillo, si sale limpia al pinchar en el centro del bizcocho, ya estará.
    Dejamos que el bizcocho se atempere un poco en el molde. Después desmoldamos, pasando un cuchillo con la hoja del revés por los bordes. Dejamos que se termine de enfriar sobre una rejilla para evitar que coja humedad. Listo para comer.

Consejos y recomendaciones

    Podéis aromatizar vuestro bizcocho, lo ideal es utilizar yogur de limón porque le da un sabor especial, pero en caso de no tener podríamos utilizar uno natural y poner ralladura de limón para añadirle algo de sabor al bizcocho. Es importante que sólo ralléis la parte externa del limón (la amarilla) porque si llegas a la parte blanca, ésta le imprimirá un amargor desagradable.
    Si queréis un bizcocho más alto y esponjoso, sólo tenéis que montar las 3 claras. Separamos las claras de las yemas con mucho cuidado. En el vaso de la batidora, montamos las claras con un pellizquito de sal, ayudándonos de las varillas eléctricas. Vamos haciendo movimientos circulares ascendentes hasta que las claras se monten al punto de nieve. Para saber si están listas, sólo hay que poner el recipiente boca abajo.
    Incorporamos las claras cucharada a cucharada al final del proceso, es decir cuando hayamos terminado con la harina. Nos ayudamos de una lengua o espátula de silicona para mezclar la crema muy suavemente, con movimientos envolventes, para evitar que pierda las burbujas de aire que harán que el bizcocho de yogur quede alto y esponjoso.
    Si lo queréis más liviano, podemos sustituir la harina de trigo por harina fina de maíz, la llamada Maicena. Así también será apto para celiacos, pues no lleva gluten.
    Si queréis un bizcocho más dulce, sólo lo tenéis que adornar con un poco de azúcar glas. Espolvoreamos por encima cuando esté tibio. Si no tienes azúcar glas, podéis elaborarlo de forma casera en tu casa. Introducid azúcar en grano en el molinillo de café o en la trituradora y tritura hasta que quede convertido en polvo.