LA MARAVILLA DEL ARTE MURANO
VIDRIO VENECIANO
Se denomina vidrio soplado a la técnica de fabricación de objetos de vidrio mediante la creación de burbujas en el vidrio fundido. Estas burbujas se obtienen inyectando aire dentro de una pieza de material a través de un largo tubo metálico por medio de una máquina o bien de forma artesanal soplando por el otro extremo. Es un sistema parecido al que se utiliza para hacer las burbujas de jabón.
Se desconoce con precisión el origen de esta técnica, los datos más antiguos conocidos se remontan a la zona de Siria, hacia el siglo I A.C., difundiéndose por todo el Mediterráneo, a través del Imperio Romano.
Su primer uso,
que se remonta a tiempos muy antiguos, era para objetos de bisutería. Añadiéndole diversos minerales durante el fundido se obtenían cuentas
de diferentes colores, tamaños y formas.
No fueron pocos los centros de fabricación de vidrio en el Occidente Cristiano durante la Baja Edad Media y entre ellos, tuvieron importancia los de Poitou y Normandía (Francia) con sus copas grabadas y esmaltadas e historiadas y los de Núremberg (Alemania) con sus vidercomes o grandes vasos cilíndricos esmaltados que llevan figuras de escudos, emblemas y retratos.
Pero a todos eclipsó Venecia desde los comienzos del siglo XIII hasta el XVII.
Los maestros
vidrieros venecianos utilizaban herramientas especializadas en la fabricación
de los cristales que incluyen borselle (pinzas o alicates que solían usar para
dar forma el vidrio al rojo vivo), canna da soffio (tubo de soplado), pontello
(una barra de hierro que el artesano conecta al cristal después de soplar para
añadir toques finales), scagno (Banco de trabajo del maestro vidriero) y
tagianti (para cortar vidrio).
Venecia tuvo por
maestros a los bizantinos de quienes aprendió el esmaltado y el dorado de las
piezas y en la ciudad y en su vecina islita de Murano labró incontable número y
variedad de copas de elevado pie con apéndices caprichosos, tazas, jarritas con
rizos de hilos blancos (latticini) o de color, gemas falsas,
etc. sirviéndose de todos los procedimientos mencionados y distinguiéndose por
la finura, elegancia, ligereza, variedad y fantasía de sus productos que hoy se
admiran en multitud de museos y colecciones. Desde el siglo XIV (hacia 1325) consta en Venecia la fabricación de buenos espejos de vidrio que tan singular importancia adquirió a principios
del siglo XVI. Pero ya en el
siglo XIII los fabricaban los alemanes en Núremberg y en Viena aunque fueran de pequeñas dimensiones.