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Amazon se sumerge en la venta del arte mexicano




Un hamaca hecha por artesanos mayas en Yucatán, un collar de plata elaborado en Morelos, un molcajete de roca esculpido en Colima o un bolso tejido en Chiapas están ya al alcance de cualquier persona en el mundo a golpe de un clic. Amazon ha lanzado esta semana su tienda electrónica de artesanía mexicana: Amazon Handmade. En ella, el gigante del comercio electrónico funge como intermediario entre los productores en todos los rincones de México y clientes de todo el mundo. La web está activa desde el martes pasado y muestra miles de artículos acompañados de las historias de sus productores.

La firma estadounidense se encarga de que los clientes conozcan el proceso artesanal y el origen de los productos que compran. La única condición para los vendedores es que la pieza artesanal sea elaborada manualmente. Amazon hace un proceso de revisión para garantizar que se trate de artesanía de la mano de Proméxico, la iniciativa gubernamental para promover la exportación de bienes y servicios mexicanos. “Esto permitirá que muchos artesanos en todo el país se sumen a un poderoso canal para mostrar su trabajo, alcanzando a una audiencia mucho más amplia”, ha señalado Paulo Carreño, director de Proméxico en un comunicado.

Los rincones de México desde donde viajan las artesanías suponen, en algunos casos, dificultades para utilizar la plataforma de comercio electrónico. Amazon pone a disposición de los artesanos soporte técnico para comercializar sus productos y facilitar el envío, sin embargo es necesario que cuenten con acceso a Internet. “Es una labor de 'hazlo tú mismo'. El artesano toma las fotos, crea el contenido y cuenta la experiencia sobre su creación. Por ahora estamos trabajando con artesanos que tienen las condiciones tecnológicas y el acceso, estamos limitados por esos factores pero trabajaremos en ello”, ha explicado a EL PAÍS Julio Gil, gerente de relaciones públicas de Amazon México.

En las últimas semanas, algunas compañías transnacionales han agitado el debate sobre el plagio de la obra de artesanos mexicanos. Los últimos casos han sido de las firmas Nestlé y Mango que han utilizado los diseños de la artesanía mexicana para plasmarlos en tazas y ropa. Amazon reconoce que el comercio electrónico deja fuera de su alcance la protección de la propiedad intelectual de las piezas pero que su popularización en línea puede servir como un respaldo. “Este es un gran escaparate para los artesanos y para mostrar su trabajo artístico. Es un arma de dos filos porque aunque habrá más gente que los reconozca por otro lado también se puede prestar a una situación controversial con los derechos de sus productos”, apunta Gil.

Amazon ha relajado algunas de sus condiciones de inscripción para los artesanos mexicanos: durante el primer año no cobrará una suscripción mensual de 600 pesos (31 dólares) y exenta de las tarifas mensuales a los artesanos que vendan menos de 40 productos al mes. La firma ha situado la comisión por cada artesanía comercializada en un 10% de su valor. Entre los primeros grupos que se han inscrito a Amazon Handmade están cooperativas, así como pequeñas y medianas empresas dedicadas a la artesanía y que apenas están en un proceso temprano de crecimiento. Este tipo de tienda de la firma estadounidense ya funciona en 20 países del mundo y ha hecho un hueco a productos como joyería, ropa, calzado, arte, artículos para cocina y el hogar. Hasta ahora México había utilizado el Fondo Nacional para el Fomento de la Artesanías (Fonart) como promotor y distribuidor de las artesanía mexicanas por todo el país.

información tomada de :elpais.com