Artesanía vs. Producto de venta masiva
Muchos piensan que ser un artesano hoy día es la manera más fácil de ganar dinero. Si bien es un negocio rentable de alguna manera, debemos considerar todo el tiempo y conocimientos que esta persona posee para poder crear su producto.
Un artesano obtiene ese nombre precisamente porque es un creador, es alguien que, con sus manos, se dedica a darle vida a ciertos materiales para crear algo nuevo. Muchas veces es más el tiempo invertido en un solo artículo a diferencia de las empresas de producción masiva, las cuales usan ese mismo tiempo para crear una cantidad mucho mayor de productos que la del artesano.
Pero, entonces, ¿qué sucede con su producto? Lo que sea que haya creado, bien puede ser una mesa por ejemplo, cuenta con el valor agregado de que es un producto único: ninguna otra mesa se le va a parecer. Incluso los defectos que pueda tener la hacen única, a diferencia de miles de mesas creadas en lote.
Adicional a esto, los artesanos buscan que sus productos duren puesto que para eso son personas experimentadas. Los productos de venta masiva pueden vivir mucho menos tiempo.
Con estas condiciones, cualquiera creería que producir en masa es mucho mejor que producir algo artesanalmente. Si se busca dinero inmediato, sí. Pero si se quiere contar con un producto de calidad, único, que dure, lo ideal no es ir a una tienda IKEA.
Un producto creado por manos sabias es una inversión. No es algo que podamos comprar de lo cual sabemos durará uno o dos días. No. Durará años. Porque quien lo hizo pensó en ello, eligió los materiales más dignos y los trabajó con sudor en la frente. Porque quiere dar algo como si fuese para sí mismo. ¿Y qué mejor que un bolso, por ejemplo, hecho con materiales humildes pero que no se desgarre con la primera prueba de peso?
Fuente: Comunidadism.